
Poul, usuario de Oticon Chili
Participar en las conversaciones. Tocar el piano. Escuchar música. Hablar por teléfono. Antes de conocer Oticon Chili, Poul Andersen, de 78 años, no podía hacer ninguna de estas cosas. Hoy su historia es totalmente distinta.
Durante más de 50 años y después de quedarse sordo de un oído, Poul Andersen se desenvolvió razonablemente bien con su oído “bueno”. Pero hace seis años, el mismo problema que con 20 años le había hecho perder un oído, le arrebató el otro. La audición de Poul se deterioró tanto que perdió la capacidad de comunicarse más allá de frases cortas.
“Mi audición estuvo fluctuando durante un tiempo, hasta que se redujo de forma drástica. Cuando tocaba una escala en nuestro piano de cola, algunas de las notas me sonaban muy falsas. Cuando daba un Sol me sonaba igual que un La. La música empezó a sonarme a ruido. De pronto, vi que no era capaz de reconocer canciones que me sabía”.
“Tocar música ha sido una parte tan importante de mi vida que recuperarla me parece casi un milagro”.
“No podía ver la televisión ni hablar por teléfono. Y cuando iba al banco o al médico, mi mujer tenía que hacerme de intérprete. Empecé a evitar el contacto social por vergüenza de no enterarme de lo que ocurría a mi alrededor. Veía hablar a la gente pero no entendía lo que decían. Era como vivir dentro de una urna”.
Mejora inesperada de la comprensión
“Mi audífonos anteriores tenían un ajuste de intensidad tan alto que el sonido se escuchaba distorsionado. Además, escuchaba muchos pitidos. Pero con Chili no me ocurre nada de eso. El sonido tiene una calidad mucho más clara y detallada que antes. Eso demuestra lo importante que es tener los audífonos adecuados”.
“Con un buen audífono se oye mucho más que con uno malo. Será que el cerebro recibe más estímulos… eso es lo único que se me ocurre para explicar esta mejoría”.
Milagroso regreso a la música
Ahora, cuando viaja en tren o autobús, Poul escucha música de su reproductor de MP3 con la ayuda delStreamer de Oticon, que transforma sus audífonos Chili en unos auriculares inalámbricos. Pero las mejoras no acaban allí. Aunque la capacidad de Poul para comunicarse mejoró con bastante rapidez, hizo falta tiempo para conseguir progresos similares con la música.
“Practiqué con perseverancia y ahora la música va sonando como solía. En el piano, las escalas ya suenan como deben. Tocar música ha sido una parte tan importante de mi vida que recuperarla me parece casi un milagro. Incluso puedo enviar directamente el sonido de mi piano eléctrico a los audífonos sin escuchar silbidos ni cambios de volumen molestos”.
“He recuperado por completo el placer de escuchar música… y de tocarla”.
Menos carga para su mujer
“Ella ya no tiene que ser mi intérprete cuando voy al banco, a correos, al médico o a cualquier otro sitio. Y, ahora que puedo usar otra vez el teléfono, no hace falta que sea ella quien hable siempre” El hecho de no tener que repetírmelo todo o escribir notas en papeles es un descanso para ella”.
“No hay nada que eche de menos. Chili ha supuesto una mejora tan grande que me ha dado una nueva vida. ¡No exagero!”.
Esta historia podría ser la suya. Cada año, miles de personas recuperan su audición y, con ella, la alegría de vivir. En nuestro Centro Auditivo Profesional, podrá probar con total comodidad y sin compromiso alguno, sus nuevos audífonos.
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Fuente: Oticon.es