La edad, la exposición constante a ruidos fuertes en el trabajo, algunos condicionantes genéticos, un traumatismo… son muchas las causas que pueden conducir a una pérdida auditiva. Sin embargo, casi todos los tipos de pérdida tienen en común numerosos síntomas ante los cuales deberemos empezar a tomer medidas.
- ¿Necesita que le repitan las palabras o frases concretas?
- ¿Sus familiares le alertan de que pone la televisión demasiado alta?
- ¿Le cuesta trabajo seguir conversaciones en grupo?
- ¿En lugares ruidosos le resulta dificil seguir el hilo de la conversación?
- ¿Tiene zumbidos, pitidos o ruidos constantes en uno o en los dos oídos?
- ¿Tiene dificultad para oír el teléfono, el timbre, los pájaros o los sonidos más finos y agudos?
- ¿Necesita poner toda su atención cuando alguien le habla?
No es despiste: es pérdida auditiva. Muchas veces pensamos que estos síntomas podemos presentarlos por no prestar suficiente atención, pero en la mayoría de los casos refleja una pérdida auditiva a la que es necesario poner remedio.
Los audífonos son la elección más fácil y cómoda. Nos permiten recuperar los sonidos perdidos y hacer una vida completamente normal. Además, gracias a las nuevas tecnologías, cada vez son más pequeños y fáciles de usar.
Si presenta alguno de estos síntomas, pídanos una cita. Le realizaremos una audiometría de forma gratuita y le informaremos sin compromiso de las mejores opciones para recuperar su capacidad auditiva. Llámenos al 963 44 66 55 y empiece a ponerle remedio antes de que sea demasiado tarde.