Durante unas semanas, siguiendo nuestra voluntad de divulgación, vamos a analizar las enfermedades del oído más comunes, así como sus síntomas y posibles tratamientos.
Enfermedades como la Otitis Media y la Otitis Media Supurativa pueden producir problemas de audición, y otras enfermedades como la Otosclerosis y el síndrome de Usher suelen tener como resultado alteraciones de audición. La audición también puede verse afectada por loa acúfenos, la enfermedad de Ménière o los traumas acústicos.
Aunque las causas más comunes de pérdida de audición o hipoacusia son el ruido excesivo y la edad, que en ambos casos dan lugar a la muerte o daño de las células pilosas del oído interno, muchas personas también sufren alteraciones de audición causadas por las enfermedades anteriormente mencionadas.
Otitis Media
La otitis media es una inflamación del oído medio y puede producirse en uno o ambos oídos al mismo tiempo.
En general, la otitis media no es grave y normalmente no causa problemas de audición permanentes si se trata adecuadamente. La mayoría de las veces, la otitis media se cura en casa mediante medicación. Si su hijo contrae otitis media con frecuencia o dicha afección no se trata, puede producirse un daño permanente en su audición.
La otitis media la causa un virus o bacteria que da lugar a una acumulación de fluido detrás del tímpano. Esta afección puede resultar de un resfriado, alergia o una infección respiratoria. La acumulación de fluido en el oído medio durante la otitis media causa dolor de oído, tumefacción y enrojecimiento, que se denomina otitis media aguda, y también impide que el tímpano vibre adecuadamente, lo que suele tener como resultado problemas de audición (temporales).
El fluido que permanece en el oído medio produce otitis media grave o infección del oído medio. Esta afección puede llegar a ser crónica, producir infecciones agudas repetidas veces y, finalmente, causar dificultades de audición. La otitis media también puede producir roturas de tímpano.
Síntomas que deben buscarse en los niños (a menudo combinados):
- Si se rasca o toca el oído
- Llanto e irritación
- Pérdida de audición
- Fiebre
- Drenaje del oído
Si su hijo sufre con frecuencia otitis media (varias veces al año), debe consultarlo con el médico de cabecera.
Puede ser necesaria una operación llamada miringotomía (incisión quirúrgica sin gravedad). Durante la operación el tímpano se abre para extraer el fluido. También es posible instalar un pequeño tubo de ventilación en la incisión. Normalmente, la operación produce inmediatamente una mejora de la audición.
Los adultos también pueden contraer otitis media y el tratamiento es el mismo que para los niños.
Otosclerosis
La otosclerosis es una de las causas más comunes de sordera progresiva en adultos jóvenes.
La otosclerosis consiste en un crecimiento anormal del hueso del oído. En la mayoría de los casos, se puede recuperar la audición mediante una operación quirúrgica.
La otosclerosis es una enfermedad que afecta a los tres huesecillos situados en el oído medio, en particular, al estribo. Una parte del hueso crece de forma anormal, y este crecimiento impide que el estribo pueda vibrar con normalidad en respuesta a las ondas sonoras. En los primeros estadios de esta afección la persona afectada no lo nota.
La otosclerosis suele ser hereditaria, aunque pueden darse otras causas de forma aislada. Por ejemplo, se ha observado una relación entre el desarrollo de otosclerosis y casos de sarampión durante el embarazo. Puede afectar a ambos oídos pero es más común que ataque de forma más grave a un oído que al otro. Si la otosclerosis no se trata, la pérdida de audición suele empeorar progresivamente hasta producirse una sordera total a mitad de la madurez.
Se dice que uno de los personajes más famosos víctima de otosclerosis fue Beethoven. Su sordera le impidió oír sus últimas composiciones.
Síntomas: El diagnóstico lo debe realizar un especialista, pero la persona afectada o sus parientes pueden detectar algunos síntomas.
Los entornos con mucho ruido de fondo crean confusión a las personas con sordera neurosensorial, sin embargo, en el caso de la otosclerosis, este desconcierto no se suele producir. A veces, las personas con otosclerosis pueden incluso oír mejor en entornos ruidosos, gracias a las altas frecuencias y al elevado volumen de las voces en estas circunstancias. Esta enfermedad suele afectar a frecuencias bajas más que a frecuencias altas. Pueden aparecer otros síntomas como mareos, vértigo y tinnitus.
Tratamiento: Los audífonos son útiles para las personas que padecen una pérdida de audición conductiva, como es el caso de la otosclerosis. Sin embargo, el audífono no cura la sordera. Al tratarse de una sordera progresiva, será necesario utilizar audífonos más potentes a medida que pasa el tiempo. En los primeros estadios, los audífonos son de gran ayuda para aquellas personas que no desean someterse a una operación quirúrgica. Por otro lado, este tipo de intervención se practica con mucha frecuencia y es relativamente sencilla. Existen dos procedimientos, uno consiste en extirpar la parte del estribo que ha crecido de forma anómala e insertar un diminuto implante (estapedotomía), y el otro consiste en extraer el estribo por completo y remplazarlo por una pequeña prótesis (estapedectomía). Mediante ambos tipos de cirugía el paciente puede recuperar la audición, y en muchos casos, los síntomas de vértigo y tinnitus también desaparecen.