Cuando los órganos del cuerpo dejan de hacer su labor, es habitual que se vayan «apagando» con el tiempo. El oído no es una excepción: cuando comienza a agravarse una pérdida auditiva y no se le pone remedio, lo normal es que avance hasta terminar en una sordera profunda.
Un oído que realiza la importante labor de escuchar, es un oído vivo y, por tanto, un oído que es menos propenso a perderse por completo.
El avance de la pérdida auditiva es un mal natural que no tiene una solución concreta. El uso del audífono no va a evitar que la evolución del oído siga su curso y la pérdida se vaya acentuando con el paso del tiempo, pero sí ayuda a que el oído esté estimulado y se desacelere el proceso de pérdida.
Gracias a los audífonos digitales y a las últimas tecnologías en adaptación, podemos conseguir sacar el mayor partido posible a la pérdida auditiva de nuestros pacientes y, con ello, contribuimos a mejorar su calidad de vida y, por supuesto, su salud auditiva.
Pídenos cita llamando al 963 44 66 55 y te atenderemos sin compromiso. Tu oído es lo primero.